Ayer estuvimos en el Museo del Romanticismo, en un concierto acústico de Alondra Bentley. Fue la segunda vez que la veía en directo; hace un par de años la fuimos a ver a otro concierto que dio en el pub "Moby Dick"; entonces con más percusión, guitarras y bajos. En esta ocasión, fue más intimista; ella sola, acompañada de su guitarra y, en algunos pocos temas, de un bajo o del imponente piano de principios del siglo pasado, que parecía presidir la sala, a los pies de un retrato de Isabel II. Sus temas, simpatía y el encanto del lugar, contribuyeron a un concierto mágico.
Realmente fue un concierto excepcional. Además de interpretar sus viejos temas, incluyó canciones del nuevo disco que empezará a grabar en breve. Que ganas ¡¡¡¡
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